Una gran cantidad de alimentos contienen aceite de palma Pero, ¿conocemos cuáles son sus efectos reales en la salud de las personas? Si es malo, ¿por qué está tan presente?

Primero debemos de saber que los aceites como el de oliva virgen extra, nos ayudan a que nuestro organismo se mantenga en buen estado, mientras que otros como es el aceite de palma, producen el efecto contrario si se consumen con frecuencia.

Características muy diferentes:

1.-Aceite de oliva virgen extra, es más caro y rico en ácidos grasos insaturados, contiene un tipo de grasa saludable que incluso ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares, se ha demostrado su papel cardioprotector.

2.-Aceite de palma, es más barato del mercado, aporta un sabor y una fusión excelente. Aun siendo de origen vegetal, nos aporta grasas saturadas que, junto a las grasas hidrogenadas, hacen aumentar el riesgo cardiovascular, ya que existe mayor riesgo de sufrir infartos de corazón, aumentar los niveles de colesterol malo, accidentes cerebro vasculares como embolias, hemorragias cerebrales, entre otros.

En cuanto al aceite de palma, se trata de un producto refinado con un 45% de ácido palmítico. Su característica principal es que al refinarlo deja de ser una grasa con propiedades beneficiosas porque pierde los antioxidantes. Por último, el ácido palmítico es un ácido graso saturado que fabrica el propio organismo y está presente en muchos alimentos, por ejemplo en la leche materna, en la manteca e incluso en el aceite de oliva en pequeñas cantidades. Su consumo no resulta perjudicial siempre que no superemos los 8 gramos al día.

¿Porque el aceite de oliva virgen extra es beneficioso en términos generales para nuestro organismo y el aceite de palma no lo es, ¿por qué se usa tanto en la industria alimentaria el segundo y no el primero? Su principal atractivo es que resulta más económico además de su suavidad se utiliza para dar consistencia y untuosidad y que permite alargar la vida útil de los productos evitando su deterioro visual.

“Ni la OMS, ni la FAO, ni la UE, ni la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, incluso ni la española, ni ninguna otra europea han prohibido el aceite de palma”.

Según la Fundación Española del Corazón, en cuanto a lo que se consideran “grandes cantidades”, la Federación Española  de Sociedades Científicas de Nutrición, compuesta por científicos de reconocido prestigio tanto en España como fuera de nuestro país, indica que no se recomienda que el total de grasas saturadas supere el 10% del total calórico.

Nota importante: Si consumes productos con aceite de palma como galletas, helados, bollería industrial, margarinas, cremas de cacao, pan de molde, salsas, alimentos precocinados como pizzas, patatas fritas, alimentos empanados, y muchos más de forma esporádica no afectará por sí sólo a la salud cardiovascular; pero si se consume en altas cantidades no será beneficioso para nuestra salud.

Si no deseas seguir consumiéndolos, una buena opción es fijarte en el etiquetado de los productos que adquieras a partir de ahora, y analizar si en él se encuentra el aceite de palma.

Mi recomendación es seguir una alimentación equilibrada y variada, utilizando como principal fuente de grasa el aceite de oliva virgen extra, y practicar ejercicio físico de manera habitual.

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